Hoy hablamos de abogados
Lo haremos con cuidado porque mi padre es abogado…y hasta donde me he enterado lee los correos.
Al caso.
- “Un fichaje de una persona que podías contratar con un salario un 20% inferior pero luego no sabe ni cómo mandar un correo”
- “El ordenador de 300€ que no consigues que abra Word”
- “Un teléfono móvil que desde la segunda semana te deja sin batería a mitad de día” – esto me ha contado un amigo que le ha pasado hace un mes (aahhhhh)
- “El coach que por 150€ te va a convertir en el empresario del año”
Ya no pongo más ejemplos que lo hemos pillado, ¿no?
Lo barato…sale caro.
Ya ya, que esto ya lo sabemos. No vengas a restregarnos en la cara lo que nos hemos contado mil veces y aún así de vez en cuando seguimos haciendo…
Pues dale la vuelta a la tortilla.
Hace casi un año.
Estábamos acordando mi socio y yo cómo cerrar nuestro acuerdo para la compra de sus participaciones. Hablamos de números. Llegamos a un punto de encuentro. Y ya sólo queda ir a firmar un par de papelitos.
Pero un día de esos en la ducha, me viene a la cabeza una idea de esas que deben venir en cigüeña (hacen multi-tasking estos días).
Si las empresas grandes hacen “share buy-back” (la sociedad compra sus acciones cuando están “baratas” en el mercado), yo podría hacer algo parecido y comprar las acciones de mi socio desde la sociedad (en lugar de a título personal)*.
Lo consulto con un amiguete que sabe un poco de estas cosas.
“No, eso no se puede aplicar en tu situación.”
Vaya, pues mi gozo en un pozo.
Segundo momento brillante. No me quedo tranquilo y lo consulto con un despacho de abogados que ya me había ayudado en un tema complicadillo (en aquel caso, tema laboral).
Bingo
No era del todo sencilla la cosa. Y requirió ir al notario por duplicado. Y desarrollar algunos documentos (legales) adicionales.
Y obviamente…implicó dos facturas del despacho de abogados.
Pero así a ojo la relación entre el coste incurrido y el ahorro logrado fue de 1:7 (como quien compró bitcoins en marzo del 19, para hacernos una idea).
Así que todo esto para decir que si tienes un buen abogado en tu vida…
…lo caro…sale barato.
Y lo de caro es por hacer el juego de palabras. Lo que quizá es más correcto decir es que son esas cosas en las que a los empresarios no nos gusta gastarnos dinero (con frecuencia ;p).
Y como sólo me lleva dos líneas más de texto escribirlo, y a riesgo de que queden colapsados y no puedan atenderme en el futuro, aprovecho para recomendar a Lexvel, despacho multidisciplinar con grandes profesionales y que ya me ayudó con múltiples temas.
Muy recomendables.
Si ya estás rodeado de buenos abogados, puedes aplicar la misma lógica para cualquier otro servicio profesional.
Aunque si ya te diste cuenta de que “lo caro…sale barato”, es posible que el correo de hoy sólo te haya servido para descubrir el nuevo servicio que prestan las cigüeñas.
Y si este correo te ha hecho pensar…¡pues ya sabes!
Hasta aquí el mail de hoy. Mañana más.
Si te estás preguntando qué beneficio tiene, me contestas al correo y te lo cuento 😛
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