Lagos
Y como ya me conoces, no me refiero a Covadonga.
En 2018 trabajé como consultor 4 meses en Lagos (Nigeria). Toda una experiencia, supongo que te acuerdas de aquel email sobre «la pirámide del demonio» (email #029).
Tenía un equipo de 12 nigerianos. Ellos eran “agentes de cambio”. Estábamos implementando una serie de mejoras en las oficinas de un banco, y ellos iban a ir de oficina en oficina para coordinar los cambios.
Después de un par de días por allí me di cuenta de que el reto no era menor. Y no lo digo por los objetivos que tenía el programa (que también), sino porque mi “equipo” era tan fiable como una escopeta de feria.
Recuerdo que el primer viernes que estaba allí me encontraba montando una reunión más o menos importante (ah olvidé decirte que cuando llegué al proyecto era el único consultor, mi “jefe” llegaría una semana más tarde, debió perder su vuelo).
Iba yo en un taxi camino de una fotocopiadora para imprimir unos posters. Y me llamó en ese momento el “jefe de mi jefe”. Conversación literal:
Jefe de mi jefe: “Alejandro, ¿qué tal todo? ¿dónde estás?”
Yo: “Todo en orden, el ”workshop» (palabra cool para decir reunión con mucha gente) lo tengo controlado. Ahora voy a imprimir los posters que necesitamos y estará todo listo»
Jefe de mi jefe: “¿Estás yendo tú a imprimir los posters? ¿crees que ese es el mejor uso de tu tiempo?”
Yo: “¿Quieres que haya posters en el ”workshop»?
Jefe de mi jefe: «Sí, ¿por qué?
Yo: “Entonces este es el mejor uso de mi tiempo”
Ese era el nivel de confianza que tenía yo en que alguien del equipo imprimiese unos posters sin problemas.
Una semana más tarde llegó mi jefe a Lagos. Y vimos que teníamos que “atacar” el tema del equipo. Empezamos por una tontería:
Todos los días a las 8.30am había reunión de equipo. Y a las 8.30am estaba yo. Solo. Bueno, mi jefe y yo. A los 5min llegaba el primer miembro del equipo
“Sorry, traffic” – decía al llegar
A partir de ahí, cada 5-10 minutos llegaba una persona. No os cuento lo que decían al entrar, os lo podéis imaginar.
Y sí. El tráfico en Lagos es peor que el de Londres (los estudios que dicen que Londres es la ciudad con peor tráfico del mundo se equivocan).
Mi jefe y yo decidimos atacar el tema. Nueva norma: cada persona que se retrase en la reunión de equipo, 1.000 Naira por cada 10 minutos de retraso.
Nota: cuando llegué a Nigeria recuerdo que la Naira valía igual que la peseta (1 euro = 166 pesetas = 166 Naira); a día de hoy 1 euro = 494 Naira. Ya…que te da igual, ¿no?
Al caso. Supongo que esto hoy en día no es muy legal, pero se entiende el punto. Se acabaron los retrasos al arrancar las reuniones de equipo. Inmediato.
Y ese fue sólo el inicio. Nos llevó 3-4 meses pasar de nuestro equipo “escopeta de feria” a un equipo que era tan fiable como una “AR-15” (jaja…no tengo ni idea de rifles, pero parece que el AR-15 es el más fiable de la categoría, incluso por encima de la «AK-47»).
¿Alguna reflexión para hoy?
- Eso de que el “jefe de tu jefe” no tenga ni idea de los retos por los que estás pasando es algo frecuente. Así que si tú eres ese “jefe del jefe”, pon los mecanismos para no perder el contacto con el terreno
- ¿Tienes malas prácticas arraigadas en el equipo? (a veces uno hereda equipos o se da cuenta de que una práctica habitual no es correcta). Comunica de forma clara el cambio (explica las razones que lo justifican). Entrena al equipo si se requiere. Da buen ejemplo. E implementa un sistema de incentivos acorde (¿carrot or stick? tú decides…)*
- A veces para cambiar ciertas dinámicas hay que empezar por pequeñas señales. ¿Los 1.000 Naira? Mola más la historia de cómo R. Giuliani empezó a atacar la inseguridad de New York empezando por acabar con los grafitis en el metro (o eso he oído)
Hasta aquí por hoy, ¡mañana más!
* La semana que viene entramos en más detalle en el modelo de influencia que acabas de leer con estas cuatro pautas
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