Empiezo con una buena noticia
Y no me digas que te importa un pimiento…¡que te borro de la newsletter! Hace unos días y por primera vez, llegamos a 700 lectores… Ahí dejo la prueba 😁 (por cierto, si ves que los subscriptores han bajado un poco…es que he hecho limpieza entre los no lectores ;p;p).
Bueno, vamos a lo de hacer de exploradores. A lo Indiana Jones
Pero en lugar del Arca Perdida…vamos a buscar nuestro Margen Perdido. Suena divertido, aunque no lo es tanto.
A ver qué descubrimos…
- Costes por rotura de stock (o por sobre stock): yo no tengo este problema, pero si vendes productos te encontrarás con que cada vez que rompes el stock dejas de vender ese producto (ahí tienes el coste…de oportunidad), o si te pasas de cantidad, es posible que parte de ese stock se muera de asco en alguna esquina de un almacén (oculto hasta que en algún momento alguien haga un inventario…) – 0.0
- Costes por mala calidad: aquí también puede que tengamos algunos costes más visibles (e.g., retrabajos, logística inversa para y enviar un producto nuevo…). Pero hay otros costes imposibles de cuantificar, en la forma de clientes insatisfechos, y hasta efectos de segundo orden (e.g., esos mismos clientes hablando mal de ti a terceros) – 1.0
- Costes por mala gestión: lo que se dice un cajón de sastre. Aquí encontramos los costes por malas decisiones (e.g., un presupuesto mal hecho), costes por ineficiencias (e.g., asignación inadecuada de recursos a un proyecto), o costes por falta de coordinación (e.g., pérdida de clientes por descoordinación entre equipos) – 1.5
- Costes por rotación de personal: tu tiempo dedicado a buscar a un nuevo empleado es un coste más o menos visible. El tiempo de entrenamiento se va haciendo más difícil de cuantificar. Y los costes producidos por la falta de experiencia del nuevo empleado…pues suerte a la hora de calcularlos (falta de eficiencia, errores iniciales, …estas cosas) – 1.0
- El pasivo laboral: este concepto me lo recordó hace no mucho uno de nuestros lectores. Y es que conforme pasan los años, se acumula el coste “teórico” de despido del conjunto de los empleados. Que no es que el empresario quiera despedir (al contrario), pero como la situación se tense y no haya trabajo…ojito con el impacto que este coste puede tener (básicamente puede suponer la estocada final a la empresa) – 0.3
- Pasivo tecnológico: conforme vas creciendo vas añadiendo pedazos de tecnología a la empresa. Poco a poco eso empieza a parecerse a un Frankenstein; los costes de mantenimiento suben, los nuevos desarrollos cada vez son más caros…¿te suena? – 0.0
- Tu coste de oportunidad: en la medida en la que te estés pagando un sueldo por debajo de lo que podrías estar ganando en el mercado, tienes que tener en cuenta esa diferencia para no hacerte trampas al solitario (aunque yo prefiero considerarlo como inversión)
Por cierto, los numeritos que has visto es que me ha dado por pensar en Dosplanos en el 2022. Esos números son mi estimación del coste que ha representado cada línea (no es sencillo, porque hay solapamientos). Pero cerca del 4% sobre una venta de €6.5m…casi nada.
~60% del beneficio que dimos en el año. El coste de crecer más rápidamente de lo debido… Y aunque este número nunca llegará a cero, está claro dónde tenemos que poner el foco.
¿Te animas a sacar tu numerito? Y por cierto…¿qué otros costes me estoy dejando? Seguro que hay más cosillas en el fondo del armario…😅
PD: según termino el correo me acuerdo de aquellos empresarios que tienen una tienda, o un bar. Ahí hay otro coste oculto bastante obvio (en cada caso con un protagonista distinto).
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