¿Me pasas las fotos?
Hoy te hablo de Genoveva.
Podemos conectar historias. Genoveva es la candidata que finalmente se incorporó a Dosplanos cuando le dijimos a Pedro que no, tras aquella entrevista memorable (correo #024).
¿Por qué se incorporó Genoveva? No te voy a edulcorar la cosa. Tenía mucho menos experiencia y por ello su sueldo era mucho más modesto.
Era nuestra primera inversión en un perfil comercial. Y como probablemente sepas, esa inversión (costes mañana, ingresos quizá algún día), cuesta un poquito.
En cualquier caso Genoveva nos gustó. Tenía muchas ganas, muchas ideas, ya había hecho cosas parecidas…
Y durante unos meses la cosa funcionó más o menos bien. Hacía bien su trabajo, empezaba a desarrollar relaciones interesantes…
Pero también descubrimos que Genoveva era particular. De vez en cuando nos salía con propuestas o comentarios un tanto raros.
Tras dos meses en el puesto nos pidió un aumento. En mi opinión es un poco raro de por sí, pero en este caso vino con una hojita de papel donde había apuntado sus gastos, incluido el alquiler del piso donde vivía sola, sus gastos de gimnasio, Netflix y otras cosas similares.
No le salían las cuentas y quería un aumento. El sueldo que tenía no era alto, pero era razonable dada su experiencia. Obviamente no entré a comentarle cómo gestionar sus finanzas, aunque no fue por falta de ganas. Le dijimos que lo pensaríamos e hicimos un esfuerzo para que se quedara contenta.
Tan sólo unas semanas después de ajustarle el sueldo, un día tras una reunión, mientras tomamos un pincho de tortilla, me dice:
“Pues estoy pensando en que a lo mejor me lo monto por mi cuenta. Creo que puedo hablar con estudios de arquitectura para que me pasen sus obras, yo luego encuentro una constructora y me quedo con el margen que hoy “gana” Dosplanos”
Me lo dijo así. Entre mordisco y mordisco al pincho de tortilla.
Y sí. Obviamente soy imbécil. Porque que te digan algo así y no invitar a Genoveva a que descubra el apasionante mundo del emprendimiento en ese mismo momento, es de imbécil.
Supongo que pensé que era joven y alocada. Y quizá no pensaba lo que decía.
Dos meses después y cuatro historias más de este calado y le proponemos a Genoveva que se tome unas vacaciones indefinidas. O que emprenda. Hasta ahí llegamos.
Pero cuando te digo lo de imbécil no era broma. Porque la gestión de la salida la hacemos (la hago) cuando menos regular.
Tan regular que por el camino mi amiga Genoveva nos “toma prestados” todos los materiales (fotos, vídeos,…) que había desarrollado durante su tiempo como empleada de Dosplanos.
La denuncia, con fecha de 2020, muy útil. Seguimos esperando noticias
¿Alguna moraleja para no seguir siendo un imbécil en 2023?
Diría que lo barato sale caro. Pero no me parece justo. Creo que es razonable contratar a una persona más junior esperando resultados más modestos (y ofrecer mayor apoyo). Lo que pasó en este caso creo que no está ligado al hecho de querer controlar los costes
Sí está claro que cuando uno ve cosas raras (o muy raras), no hay que darle tantas vueltas al asunto como hicimos en aquel momento
Finalmente, no seas pardillo (como lo fui en esta ocasión), y organiza bien el proceso de salida (otro día hablamos de este tema en más profundidad, pero asegura que los materiales están con la empresa, se organiza el cierre de accesos a los sistemas, …)
¿Tienes alguna batalla a nivel Geno o similar?
PD: hoy reenviamos el correo a todas nuestras amigas que se llamen Genoveva, Ana o María
Nota: ¿conoces a Alfonso Prim? Además de ser muy buen tío, tiene un Podcast muy chulo (Innokabi). Link a la entrevista que acaba de publicar, por si te apetece escucharla
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