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Este año lo he dejado con mi socio.
Así en resumen: montamos Dosplanos juntos hace 4 años; él sabía de construcción, yo aportaba conocimiento en gestión de empresas y cierta experiencia comercial.
Hasta aquí todo bien.
Hablamos sobre el tema del Pacto de Socios. Al final no firmamos nada.
Sigue todo bien.
Hace unos meses nos separamos. No voy a entrar en las razones, dejémoslo en que las visiones de cada uno ya no iban de la mano.
Un proceso así es complejo y había varias opciones encima de la mesa: la compra de la empresa por mi parte, por la suya o partirla en dos. Al final me he quedado yo con ella.
A día de hoy, tras la firma de la venta de sus participaciones, seguimos en contacto y de hecho estamos trabajando juntos en un par de proyectos.
O sea que bien.
Lo anterior podría parecer un proceso normal de separación. Por desgracia, no es así cómo suele ocurrir. Llegar a un acuerdo sobre el valor de la empresa, realizar la transacción y seguir trabajando juntos, no es tan sencillo.
Entonces, ¿qué pasa con el Pacto de Socios? Comparto mi opinión:
Lo del pacto de socios está muy bonito, conozco personas que pasaron semanas detallando todas las casuísticas habidas y por haber para que todo estuviera contemplado.
Pero en mi experiencia, cuando se llega a situaciones extremas, es mucho más importante que tengas delante una persona con la que se puede dialogar, que el hecho de que tengas firmadas 3 enciclopedias.
Hablaba del tema con un amigo, mientras escribía este correo. Él me decía “¿pero no vas a recomendar no-firmar un pacto de socios?”
No lo haré. Si puedes poner por escrito un documento con los puntos más importantes, bien. Sobre todo el punto acerca de qué pasa con la empresa si uno de los socios fallece (ahí sin duda que tiene mucho valor ese documento…!)
Pero a la hora de elegir a un socio fundador, o de incorporar a un socio a la empresa, mucho más importante que el “documento”, y más importante que la complementariedad de los conocimientos de los socios, me parece que es la sintonía en cuanto a principios y valores
Te dejo dos cuestiones que me parecen muy relevantes a la hora de analizar este tema:
- ¿Es tu socio capaz de ponerse en el lugar de la otra persona? Hablemos de situaciones extremas, que es de lo que va esto
- ¿Hasta qué punto tu socio prioriza el dinero?
Si ves que tu socio/potencial socio tiene dificultades para ponerse en el lugar de un tercero; y/o si parece que el dinero es un objetivo primordial al montar la empresa (en lugar de ser una consecuencia), preocúpate.
Y a riesgo de perder algún suscriptor, es el momento de pensar si tú eres/serías un buen socio de acuerdo a estos dos conceptos.
Hasta aquí por hoy. Tema muy profundo que da para hablar mucho más de ello. Seguro que volvemos a tocarlo más adelante.
¿Alguna historia de socios que quieras compartir?
P.S. en relación al Pacto de Socios, los comentarios anteriores se referían sobre todo a una relación de 2 personas; en cuanto hay más invitados a la fiesta, parece un documento imprescindible
Buenos días Alejandro.
Soy David Costa, llevo unos días leyendo tu newsletter. Hoy he rellenado el cuestionario del correo 14. Creo que voy a suspender….. y con una nota bastante deficiente:-)
Bueno a lo que voy, que yo no soy tan bueno como tu escribiendo mis inquietudes. Junto con mi padre y mi hermano llevamos un negocio de comercio al por menor e industrial de productos de droguería, perfumería y pinturas que lleva abierto más de 50 años, mi hermano y yo somos la tercera generación.
A finales de 2022, no se como expresarlo para que no parezca presuntuoso ni demasiado modesto, nuestra empresa ha crecido mucho de golpe. De cuatro puntos de venta pasó el día 1 de Diciembre a tener 6 puntos de venta y un almacén para la distribución de la mercancía. Las dos tiendas que adherimos eran de un amigo-socio que está próximo a la jubilación y no tenía continuación generacional en su empresa.
La cuestión, ahora que te he puesto en antecedentes, es que la gestión de la empresa debe profesionalizarse y volverse más vertical, pero no sabemos ni por donde empezar.
Como te comentaba al principio del mail, creo que en tu encuesta sacamos una nota bastante deficiente. La verdad es que no sabemos ni por donde empezar con el tema de la reorganización de nuestra estructura. Aunque es verdad que leyendo tus reflexiones me hacen abrir un poco la mente, por cierto, yo no es que lleve gorros, creo que soy como atlas con el globo terráqueo sobre su cabeza.
Un saludo.
David Costa.
PD: La web está en construción, ese gorro lo lleva mi hermano.